De puertas y viejos amores
Esta bien, ya está- había cerrado la puerta. Con lo que que significaba cerrarla. Ya no quería explicación, ni perdón. El portazo fue tuyo, pero lo entendí. Deje del otro lado todos los recuerdos. Como cuando tienes invitados y ordenas escondiendo todo en el placard; y cerrando la puerta para ocultar el desorden. Llore apoyada sobre esa puerta durante días. Sequé mis lágrimas y no volví. No quería volver a abrirla y cerré esa habitación buscando olvidar. Fue mi culpa no haber podido cerrarla a tiempo. Me culpaba cada vez que lo pensaba. Hice de cuenta que la casa estaba ordenada y no volví a tocar esa puerta. Esa área de mi vida había quedado estancada. Dicen que "Cuando una puerta se cierra , otra se abre". Continúe creyendo que era posible olvidar, que alguna salida iba a encontrar. Ninguna puerta se abrió, nada cambió. No creo que el tiempo cure las heridas, pero disminuye los dolores. A veces fue bronca y otras, dolor. Pero te aseguro que no aprendí a guardar rencor.