Y los restos de nuestra inocencia
quedaron derramados sin ningún rastro de conciencia
librados al azar de nuestro destino
llorando por lo perdido
desgarrados por la tenacidad de sus cortes
lágrimas de sangre que recorren sus cuerpos
embebiendo el veneno de su propia venganza
sacudiéndose como si fueran a morir
todo era una trampa, una maldita estafa
muriendo en cámara lenta hasta el ultimo suspiro parece eterno
sin medicina ni antídoto que pueda salvarnos
Morir es todo lo que sobra de nuestra dignidad
irnos al paraíso o infierno
y terminar con este cuento
despedirnos y aniquilar todo invento

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi dulce tormenta

Last year (part II)