Sinners

Sonreímos como si fuéramos viejos amigos contándose chistes. Hablando de la vida como si la conociéramos. La vida se nos ríe, en realidad.No, no fue el momento ni el lugar e incluso solo fue un error. El universo a veces se confunde, el destino se olvida para que fue creado. Los caminos se desvirtúan, los senderos se entrecruzan y los límites se esfuman. Y volvemos a reinos. Reímos como forma de escapar, reímos porque sólo la risa cura. Risas lejanas que quedarán en recuerdos. Esos recuerdos que se olvidan para siempre, memorias que nadie quiere recuperar. Pecados que son mejor ocultar que difamar. Pecados que se cometen con torpeza. Explicaciones vacías, diálogos extensos con dolor y remordimiento. El universo vuelve a ponernos a prueba. Pero nosotros volvemos a reír aún más alto con más fuerzas. No, no fue el momento e incluso fue un error. No hay perdón ni olvido, las palabras no alcanzan o incluso sobran. No hay dolor cuando en el fondo el fin es lo único que conocemos. Si la vida llega a su fin por qué lo demás debería ser eterno? Eternos mentirosos, creímos en algo imposible. Nada dura para siempre. Y esta vez el universo es que se ríe. Se ríe de nuestra torpeza de nuestros engaños de todo aquello que no dejamos ver. Es un engaño, somos un fraude. Necios y orgullosos buscando lo simple.  Creyendo que todo tiene solución.Queriendo retroceder, acordándonos lo que nunca sucedió, volver atrás revivir el pasado, remandar las fallas. Calmar el dolor con más incógnitas. Nada es lo que fue, ni como será. No hay burlas ni enojos. El remordimiento carece de sentido y se esfuma. La venganza es tan amarga que no es necesario probarla. Moverse, siempre en la misma dirección, adelantándonos a lo que vendrá. Inquietos. Y volvimos a encontrar una razón para reír. La risa cura. Y volvimos a creer que entendimos la vida, creemos que nos reímos de ella. Burlamos las diferencias, creemos ser superiores. Reímos más fuerte, reímos como defensa y como escudo. La risa cura todo, repetimos. Y volvimos a reír...