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Mostrando entradas de abril, 2020
Quiero escapar, huir, salir corriendo y desaparecer lentamente. Cansada, pero de ese cansancio que no se soluciona durmiendo. Paso horas mirando el techo tratando de descifrar lo que pasa. Escucho la misma canción una y otra vez para ver si me da respuestas. Harta, de que todos los días sean iguales, harta de pensar. Agotada, ya no me quedan pensamientos, ni lugares por explorar.  No me encuentro bien. Puedo llorar en cualquier momento. Me irrito y me molesto con todos. No quiero más peleas, no tengo energías para desperdiciar en confrontaciones tontas.  Mando señales de humo pero ya nadie las entiende. Trato de resolver, pero esta vez ya no tiene sentido. No cuadra, no hay lógica. Hacerme un ovillo y y dejar que las horas pasen. Porque el tiempo sigue acumulándose, y vuelvo a repasar mi vida entera en un instante. Vuelvo a mirar el techo y doy vuelta el reloj de arena una vez más. Escucho ese viejo cd que creía olvidado, intento sentir la música y entender los acordes (como si supiera

Querentine

Querido amigo, Escribo esta carta en un momento histórico particular, después de 100 años otra pandemia irrumpe al mundo. Y de la noche a la mañana todo cambió. Quédate en tu casa es la nueva consigna, y se repite incansablemente. Al principio parecía simple y hasta divertido, pero, por primera vez en mucho tiempo uno se vuelve encontrar consigo mismo. Con sus pensamientos, con sus conversaciones, con sus miedos y miserias. Porque ahora no se puede ocultar las emociones y llenar los  vacíos con tanto trabajo, con el gimnasio o comprando en el shopping. La rutina se frenó pero la cabeza sigue andando a mil revoluciones. Nos encontramos temerosos frente a la muerte y la soledad, estamos débiles y expuestos. Aunque sea injusta, la muerte nos recuerda que somos mortales y el presente es lo único que tenemos. La muerte vino a igualarnos. Ya no importa toda la plata que tengas o no tengas. Llegamos a este mundo como nos vamos: sin nada. Los cadáveres no entienden de riquezas y la enferm

Caída libre

Llegaste como te fuiste sin anunciarte, sin permiso Sin explicación ni despedida, me dejaste un vacío Duele tu ausencia pero aún más tu indiferencia Un te extraño y un beso a la espera un golpe del destino o mi estúpida suerte Casualidad no fue conocerte Me robaste un par de sonrisas y algún suspiro Y me dejaste tus palabras y mil dudas Aprendimos y reímos Tan solo un recuerdo, un encuentro fugaz Sin quererlo caí, caí muy profundo por vos Me arruinaste de todas las formas posibles No busco tu perdón ni excusas Pero es tarde y no volverás Es tiempo de dejarlo ir