F·R·I·E·N·D·S

En este último tiempo comencé a replantearme la amistad.Sí, el concepto que tenemos de amigo, tan bastardeado en los últimos tiempos, que ya, nos olvidamos qué es realmente. Porque cuando uno ya no tiene 20, comienza a transitar un camino donde vuelve a cuestionarse los cimientos y valores, lo que creíamos que era inamovible. Porque las dudas florecen y volves a significar cada sentimiento, cada cuestión de tu vida. O al menos a mi me pasa.
Nos hicieron creer que la amistad es aquélla que comienza a una edad temprana y que debemos mantener por siempre. Nos obligan a ingresar a un instituto (contra nuestra voluntad) y nos dicen que de ahí debemos encontrar amigos que tendremos por el resto de nuestras vidas. No importa lo mucho o poco que compartas, la gran afinidad o no, pero, como compartís tantas horas, te terminas de acostumbrar y llamar "amigos" a un montón de personas. Finalmente no te lo planteas, son ellos, los de siempre, con los que compartís todo pero, a veces, no compartís nada más allá que tiempo. El tiempo es valioso, pero a veces no basta. Crecemos y mantenemos lazos que no los cuestionamos, están ahí y, muchas veces, nos unes solamente anécdotas que se repiten incesantemente en cada reunión. Pero no lo cuestionamos, lo mantenemos. Mantenemos relaciones que no nos suman, porque así debe ser, porque así nos enseñaron, porque las uniones son para  siempre o no son nada. Porque ya venís con un paquete de amigos que ya es parte de vos. Porque a cierta edad si no tenes ese pack, algo malo debes tener. Como nadie nos dice que se puede fallar en la vida, nadie nos dice que algunas relaciones son pasajeras. Existen amigos circunstanciales. He conocido gente que fue indispensable en ese momento y quizás hoy, ya no lo sería. Conocí gente que me hizo crecer y que amaré toda mi vida, pero, que ya no sé de su paradero. Muchas personas fueron realmente mis amigos y que hoy pasaron a ser completos desconocidos. Y me costó aceptarlo, pero hoy entiendo que fue sano, fue real y aprecio, que así haya sido. Me parece interesante una frase que dice:"La vida es como un viaje en tren. Algunos comienzan el viaje junto a ti, otros se suben a mitad del camino, muchos se bajan antes de llegar, pero muy pocos son los que permanecen hasta el final". No es malo, que las personas suban y bajen como pasajeros de tu vida. Si cada persona que conociste te dejó una enseñanza, entonces nada fue en vano. A veces, no queremos decir adiós y sostenemos lo insostenible. Soltar, dejar ir, y renovarnos también es parte de la vida. Es lo que llaman crecer.
Si los lazos, las relaciones humanas son intrínsecas a nuestro ser, por qué nos negamos a crear nuevas amistades. Cuando somos pequeños, conocemos a un descocido en una plaza y a los cinco mins. ya compartimos juegos y corremos a nuestros padres a contarles de nuestro nuevo amigo.Tenemos la capacidad de generar nuevas relaciones a cada instante, pero la desaprovechamos porque tememos y nos aferramos de un concepto de amistad, que ya es obsoleto. Es tan lindo conocer nuevas personas. Podemos hacernos amigos en cualquier momento y lugar de nuestras vidas. Que no nos quiten la posibilidad de crear nuevos lazos hasta el último de nuestros días. Creamos que la amistad puede durar un día, un mes o una vida. Tengamos amistades que puedan durar un viaje en micro, una noche, un cuatrimestre, un año o veinte. Como decía Benedetti: "Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo". Deshagámonos de viejos conceptos que no nos dejan crecer, que nos aprisionan y no nos dejan disfrutar. Porque la vida es AHORA. No dejemos de conocer personas ni perdamos la oportunidad de crear nuevas amistades. La vida es hermosa y compartida, es aún, más linda.

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