And only time can unbreak your heart

     Y un día “haces click” “te cae la ficha”, algo se rompe, algo cambia y ya nada será como antes, lo sentís, pero no podes explicarlo. Ves tu mano roja y dolorida de sostener y cuando la abrís te das cuenta de la gran presión al ver tus uñas marcadas en tu palma. Y el globo voló tan alto y rápido que casi no lo distinguís con un pájaro. Soltaste. Te sentís más aliviado, más tranquilo pero distinto. Lo dejaste ir, pero no obligado ni porque te dijeron, tampoco por obligación. Soltaste porque entendiste que retener y mantener era más doloroso. Porque algunas relaciones, algunas cosas, algunas situaciones nacen con fecha de vencimiento. Y está bien que así sea. Soltaste. Termino el proceso y cerro el ciclo. Consciente que termino, pasaste por muchas etapas y transitaste todas las emociones. La herida sangro todo lo necesario, se hizo cáscara y por fin cicatrizó. Ves la cicatriz y sonreís. No porque disfrutaste el dolor, pero si porque lo llevaras como herida de guerra. Te hizo más fuerte más sabio y la muestras con orgullo. Es tuya porque pudiste verla sanar y hoy ya no duele. Soltaste.

    Y ahora estas libre tenes las manos vacías y podes encarar el futuro. Ahora podes atajas todo lo que se presente más seguro más tranquilo y con más atención. Estas listo para seguir andando un poco relajado y cambiado. Las cosas que ayer te hacían llorar hoy se vuelven en sonrisas. Algo cambio, y cambio para bien para mejorar. Tardaste y te costó. Pensabas que no lo superarías o con taparlo bastaría. Transitaste un largo camino, de anti bajos, de caídas, de luchas, de conversaciones con vos mismo, de peleas y te retaste tantas veces que comenzabas por agotarte. Debías tenerte un poco de paciencia. Pero no lo sabías, y no podías entenderlo en aquel momento y las peleas seguían porque te costaba cuidarte y mimarte en esta situación. No era fácil.
Hoy ya sabes que los procesos son fundamentales para seguir adelante. No es automático como quisiéramos, no es sencillo, ni hay una sola manera de lograrlo. Cada uno tiene sus tiempos, sus formas, sus procesos, y su manera de seguir adelante. No todos sanamos igual, y podrás ver mil formas de heridas y ninguna será como otra. Aprenderás a vivir con heridas de vida, que algunas apenas serán visibles. Cada una llevó su tiempo y su transformación. El tiempo ayuda y no lo creías. Agradeces que haya pasado ese tiempo que permitió cambiar de perspectiva, dejar atrás la tormenta y poder llegar a ver el sol.
    A veces fuiste muy duro contigo mismo y no lo entendías. Tu mente te decía algo con razón, pero tu corazón marcaba otro paso. Y hoy ambos se pusieron de acuerdo y ya no hay peleas.
Estas cambiado te dicen y sabes que es verdad, porque aprendiste de cada herida, de cada momento, te diste tiempo de procesar, de entender lo que pasaba y por fin pudiste soltar. No porque te lo impusieron sino porque entendiste que era lo más sano para hacer. Te felicitas y sonríes mirándote al espejo porque esta vez lo lograste solo y nadie sabe por todo lo que pasaste. Un obstáculo más superado -piensas. Y así es.
Sabes que no todo está ordenado, pero de a poco todo se reacomoda. Un poco de tiempo y la vida volverá a mostrarte su lado más brillante. Solo debes tener paciencia y fortaleza. Deja de presionarte y deja que el universo haga el resto. Dejar ir no es fácil y tú lo has logrado. Disfruta lo que queda del camino y sonríe mirando al frente. Confía en el futuro y que el universo te devolverá aquella sonrisa que creías perdida. Todo llega en el momento adecuado. Y la vida me ha demostrado que atraemos aquello para lo que estamos listos


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