No sabes lo que costó cerrar todas estas heridas Cogí el hilo y la aguja cuando aún sangraba, intentaba coser cada herida. Y tomo tiempo cicatrizar cada una de ellas. No sabes las noches sin dormir, la luz encendida, las veces que llore en secreto en un baño. Me vi tirada en un subsuelo y tuve que volver a ponerme de pie, y salir, por una escalera que fui construyendo ladrillo tras ladrillo. No me digas que me entiendes, cuando nunca viste el infierno de cerca. Cuando tu cabeza es el peor escenario y debes transformar el pantano en paraíso. Sacar la maleza y plantar rosas donde antes había sólo hierba mala.

No quiero que me llames héroe, no quiero tu admiración, pero por favor, no digas que fue fácil cuando no sabes todo lo que he vivido. No tienes idea todo el camino solitario que fui recorriendo. No necesité de nadie, y quizás tampoco de tu lástima. No sabes lo que me costó transformar el caos en un hogar. No sabes mis peleas, mis desafíos ni mis miedos.

Quizás elegí el camino más sinuoso, pero te aseguro que valió la pena. No te das idea las lecciones, las enseñanzas y los golpes. Todavía no sé nada. Sé que la vida puede volver a ponerme de revés en menos de un segundo. No espero que lo entiendas, pero por un instante me sentí orgullosa, porque me hice fuerte y me levante sin esperar una mano que lo hiciera.No espero que lo entiendas, ni me acompañes, pero es mi camino y yo decido-

No lo entenderás, pero por favor cuida tus palabras. No tienes idea de las veces que me hicieron daño. No quiero tu perdón, no digas que lo entiendes, no pretendo tu lástima.  Respeta las batallas del otro, no hables por hablar, no intentes conocer los agujeros del otro, no intentes poner sal en las heridas, no quieras abrir viejas suturas. No quieras ingresar en el pantano si después no sabes como salir. No quieras conocer el infierno si le temes al diablo. Por favor, alejate de aquello con lo que no puedes lidiar. Si no sabes, vive en tu ignorancia, pero no empapes al resto con tus habladurías. No me juzgues, no tienes idea las veces que me salvé, casi de milagro, por la música por un drogadicto o por la esperanza de un amor. Rompí cadenas para liberarme, escalé montañas y todavía no llegué a la cima. Vive tu felicidad a tu manera, pero por favor no opaques mi sonrisa con mentiras. No busco tu abrazo, porque al final del día, sé que espera mi cama vacía para soportar otra noche. No te necesito porque aprendí a sonreír antes de dormir y soñar con cielos de colores. No te necesito esta noche, me tengo, y eso, siempre será suficiente.


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